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lunes, 19 de septiembre de 2011

Capítulo 1. El Mundo del Espíritu.





En el momento de morir, nuestra alma se libera del cuerpo del que ha sido huésped. Si el alma es adulta y tiene la experiencia de muchas vidas anteriores sabe inmediatamente que ha sido liberada y que parte a su hogar. Estas almas avanzadas no necesitan que alguien salga a recibirlas. Sin embargo, la mayoría de las almas con las que he trabajado se encontrarán con guías justo fuera del plano astral de la Tierra. Un alma joven, o la de un niño, podrá encontrarse algo desorientada hasta que alguien se le acerque en el nivel terrenal. Estas son almas que optan por permanecer en la escena de su muerte durante un tiempo. No obstante, la mayoría desea retirarse prontamente. El tiempo no tiene significado en el mundo del espíritu. Un alma que acaba de salir del cuerpo que le sirvió de morada, y que opte por brindar consuelo a alguien apenado por su partida o que, por alguna otra razón, permanezca un tiempo cerca del lugar de su muerte, no experimenta sensación de pérdida de tiempo. Éste se convierte, contrariamente al tiempo lineal humano, en tiempo presente para el alma.
                A medida que se alejan de la Tierra, las almas experimentan la presencia de una luz que se hace cada vez más y más brillante a su alrededor. Algunas verán, momentáneamente, una oscuridad grisácea y se sentirán atravesar un túnel o portal. La diferencia entre estos dos fenómenos depende de la velocidad de salida del alma que, en respuesta, experimentará alguno de ellos. La sensación de ser arrastrados por nuestros guías puede ser suave o fuerte, dependiendo de la madurez del alma y su capacidad para asimilar cambios repentinos. En las primeras etapas de su salida, todas las almas encuentran una, "ligera nubosidad", a su alrededor que se aclara rápidamente y les permite ver en la vasta distancia. Este es el momento en el que el alma normal ve una forma espiritual de energía acercándosele. Esta forma puede ser uno o dos compañeros espirituales pero, generalmente, es nuestro guía. Incluso en ocasiones en las que somos recibidos por un cónyuge o un amigo que murió antes que nosotros, nuestro guía se encontrará cerca, de manera que pueda tomar el control del proceso de transición. En todos mis años de investigación, nunca he tenido un caso en el que nos reciba una figura religiosa notable, como Jesús o Buda. No obstante, la esencia del amor de los grandes maestros se encuentra presente en los guías personales que se nos asignan.
                Cuando las almas logran reorientarse en este lugar, que llaman hogar, su terrenidad ha cambiado. Ya no son humanas en la forma en que concebimos lo humano con determinadas características emocionales, temperamentales y físicas. Por ejemplo, no sufren por su reciente muerte física en la forma en que sus seres queridos sí lo hacen. Son nuestras almas las que nos hacen humanos en la Tierra pero sin nuestros cuerpos dejamos de ser Homo sapiens sapiens. El alma tiene tal poder, que se encuentra más allá de cualquier descripción. Tiendo a pensar en las almas como formas lumínicas de energía inteligente. Justo después de la muerte las almas, repentinamente, se sienten diferentes porque no se encuentran limitadas por un cuerpo físico con cerebro y sistema nervioso central. A algunas les toma más tiempo que a otras ajustarse a esta nueva situación.
                La energía del alma es capaz de dividirse en partes idénticas, igual que lo haría un holograma. Puede vivir existencias paralelas en otros cuerpos, aunque esto es mucho menos común de lo que se sugiere en ciertas publicaciones. Sin embargo, debido a la capacidad dual de todas las almas, parte de su energía de luz queda atrás, en el mundo del espíritu. Así, es posible que vea a su madre al regresar usted de una vida, aún cuando ella hubiera muerto treinta años terrenales antes, y se encuentre reencarnada de nuevo.
                El período de orientación con nuestros guías, que tiene lugar antes de unirnos a nuestro grupo de almas, varía entre sujetos e, incluso, entre las diferentes vidas de una misma alma. La orientación es un buen momento para recibir consejos y brindar la oportunidad de ventilar las frustraciones que hayamos tenido en la vida que acaba de terminar. Este momento, con el tacto gentil de nuestros perceptivos y solícitos guías, pretende ser una sesión inicial para entender lo que ha ocurrido.
                El encuentro podrá ser prolongado o breve dependiendo de las circunstancias que rodeen el éxito o el fracaso en el logro de nuestra misión en la vida. También se revisan asuntos específicos relacionados con el karma que, no obstante, serán discutidos de manera más profunda en el seno del grupo. Puede ocurrir que la energía que retorna de algunas almas no pueda retornar inmediatamente al grupo de almas ya que estas almas se encontrarán contaminadas por sus cuerpos físicos por verse involucradas en malas acciones. Existe diferencia entre hacer daño sin el deseo premeditado de lastimar a alguien y la maldad intencional. Los grados del daño ocasionado a otros, desde la travesura hasta la malignidad, se evalúan cuidadosamente.
             Aquellas almas que se han asociado con el mal son llevadas a centros especiales que algunos de mis pacientes llaman, "unidades de cuidado intensivo". En estos lugares, según me cuentan, su energía se remodela y restaura. Dependiendo de la naturaleza de sus transgresiones, estas almas podrían volver, rápidamente, a la Tierra. Podrían, muy bien, escoger ser víctimas de actos dañinos perpetrados por otros. No obstante, si sus acciones fueron constantes, y definitivamente crueles durante un gran número de vidas, ello denotará un patrón de comportamiento malicioso. Tales almas podrían pasar un largo período de su existencia espiritual en soledad, posiblemente más de mil años terrestres. Un principio fundamental en el mundo del espíritu es, que las malas acciones, intencionadas o no, deben enmendarse de alguna manera, en una vida futura. Esto no se considera como castigo, ni siquiera penitencia sino, más bien, una oportunidad de crecimiento kármico. No existe un infierno para las almas excepto, tal vez, la Tierra misma.
                Algunas vidas son tan difíciles, que el alma regresa exhausta a su hogar. A pesar del proceso de renovación de energía iniciado por nuestros guías, quienes combinan su energía con la nuestra en el umbral de llegada al mundo del espíritu, es posible que aún tengamos un flujo bajo de energía. En estos casos, puede requerirse más descanso y soledad que celebraciones de bienvenida. De hecho, muchas almas que desean descanso lo reciben antes de reunirse con su grupo. Nuestro grupo de almas podrá ser bullicioso o subyugante, pero respeta todo aquello por lo que hemos pasado durante una encarnación. Todos los grupos dan la bienvenida a sus amigos a su manera, con profundo amor y camaradería.
                                            El regreso al hogar es un alegre intervalo, especialmente cuando se produce después de una vida física en la que no ha habido mucho contacto kármico con nuestros compañeros espirituales. La mayoría de mis pacientes me dicen, que sus almas son recibidas con abrazos, risas y mucho humor, lo cual veo como señal característica de la vida en el mundo del espíritu. Los grupos más efusivos, que han planeado elaboradas celebraciones para el alma que regresa, posiblemente suspendan todas sus otras actividades. Uno de mis pacientes me relató lo siguiente, respecto de su regreso al hogar:

Después de mi última vida, mi grupo organizó una fiesta de locura, con música, vino, bailes y cantos. Lo arreglaron todo para que pareciera un festival clásico romano, con salones en mármol, togas y todos los muebles exóticos predominantes en nuestras muchas vidas vividas juntos en el mundo antiguo. Melissa, (una compañera espiritual primaria), me esperaba justo enfrente, recreando la época en que mejor la recordaba y con la apariencia tan radiante como siempre.

El número de miembros por grupo puede variar entre tres y veinticinco, pero un grupo normal tiene alrededor de quince. En ocasiones, algunas almas de grupos cercanos pueden desear hacer contacto entre sí. Esta actividad a menudo implica la presencia de almas más antiguas que han hecho muchos amigos de otros grupos, con quienes ha interactuado durante cientos de vidas pasadas. Unos diez millones de televidentes en los Estados Unidos de América del Norte que vieron el programa especial titulado, Avistamiento, producido por Páramaunt en 1995, contemplaron un reportaje sobre mi trabajo. Aquellos que contemplaron este programa especial sobre la vida después de la muerte, recordarán a una de mis pacientes, llamada Colín, que habló sobre una sesión que tuvimos juntos. Ella describió su retorno al mundo del espíritu, después de una vida pasada, encontrándose con un espectacular baile de gala, ambientado en el siglo 17. Ella observó más de un centenar de personas que se acercaron a celebrar su regreso a casa. El tiempo y lugar que había amado, fue pródigamente reproducido, con lo cual, Colín pudo comenzar su proceso de renovación con mucha elegancia.
                Así que, volver al hogar puede tener lugar en dos tipos de escenarios. Unas pocas almas podrían recibir brevemente al alma que llega al umbral y luego dejar que el guía la lleve a través del proceso de orientación preliminar o, más normalmente, el comité de bienvenida espera hasta que el alma regresa a su grupo espiritual. Este grupo puede encontrarse aislado en un salón, reunido alrededor de los escalones de un templo, sentado en un jardín, siempre unido y visible, de lo contrario el alma que regresa podría observar confundida muchos grupos en una atmósfera demasiado abierta.  Las almas que transitan por otros grupos, camino de su propio grupo, a menudo observarán que otras, con las que han interactuado en vidas pasadas, las mirarán y reconocerán con una sonrisa o un saludo.
                La forma en que el alma ve su entorno al grupo depende de cuan avanzada sea, aunque los recuerdos de un ambiente de salón de clase o escuela son siempre muy claros. En el mundo del espíritu, el lugar educativo que se ocupa depende del nivel de desarrollo del alma pero el hecho de que un alma haya estado reencarnándose en la Tierra desde la Edad de Piedra, por ejemplo, no garantiza necesariamente grandes logros. En mis conferencias a menudo recuerdo a un paciente que le llevó cuatro mil años de vidas el lograr dominar los celos. Puedo dar fe que hoy en día no es una persona que se deje dominar por tales sentimientos, sin embargo, ha progresado muy poco en su lucha contra su propia intolerancia. Tal como sucede en las aulas de clase terrestres, a algunas almas les toma más tiempo que a otras asimilar ciertas lecciones. Por otra parte, las almas más avanzadas son almas antiguas, tanto en conocimiento como en experiencia.
                En mi primer libro, La Vida entre Vidas, clasifiqué de manera general a las almas como principiantes, intermedias y avanzadas y di ejemplos de casos para cada una de ellas mientras explicaba las sutiles variaciones en el desarrollo entre estas categorías. Generalmente, un grupo de almas está conformado por individuos de similar grado de avance, aunque con bríos y debilidades particulares. Estos atributos dan equilibrio al grupo. Las almas se ayudan unas a otras en el aspecto cognoscitivo para asimilar la información de las vivencias, así como para analizar la forma en la que manejaron los sentimientos y emociones de los cuerpos físicos en que moraron con relación a dichas experiencias. Cada aspecto de una vida se analiza incluso hasta el punto de volver a representar las situaciones con el grupo, para lograr mayor conciencia y conocimiento. Cuando las almas alcanzan los niveles intermedios, comienzan a especializarse en aquellas áreas de interés en las que han demostrado poseer ciertas habilidades. Trataré este tema con mayor detalle en próximos capítulos.
                Un aspecto muy significativo de mi investigación ha sido el descubrimiento de los colores de energía que las almas exhiben en el mundo del espíritu. Estos colores se relacionan con el estado de avance de un alma. Esta información, recopilada lentamente con el paso de los años, es un indicador del progreso durante la asistencia a mis pacientes y también sirve para identificar a otras almas que puedan ver durante el estado de trance. Encontré que, normalmente, un color blanco puro denota un alma más joven y que con el grado de avance la energía del alma se hace más densa, tornándose anaranjada, amarilla, verde, hasta llegar finalmente a los tonos azules. Además de estas auras centrales, existen sutiles mezclas de color en halos o aureolas, que rodean el núcleo, que se relacionan con aspectos del carácter de cada alma.
                En aras de una mejor sistematización, he clasificado el desarrollo de las almas comenzando por un nivel 1 para principiantes, avanzando por diversas etapas de aprendizaje hasta llegar a la maestría en el nivel 6. Estas almas enormemente avanzadas presentan un profundo color índigo y, normalmente, ya no encarnan. No dudo que existan niveles aún más altos, pero mis conocimientos están restringidos por el hecho de recibir información de personas que aún están encarnadas, cosa que los niveles superiores ya no hacen. Francamente no me agrada el termino "nivel" para identificar el lugar del alma ya que esta etiqueta empaña la diversidad de desarrollo alcanzado por las almas en una etapa en particular. A pesar de este recelo por mi parte, son las mismas almas quienes utilizan "nivel" para describir dónde se encuentran en la escala del aprendizaje. También debo decir que son bastante modestas acerca de sus logros. Con independencia de mi valoración, no he encontrado un paciente que se incline a declararse como un alma avanzada. Sin embargo, una vez fuera del estado de hipnosis, con el poder de la mente bajo su control, completamente consciente y gratificado, el paciente resulta menos reservado.
                Mientras se encuentran en un estado superconsciente, inducido por la profunda hipnosis, mis pacientes me dicen que en el mundo del espíritu ningún alma es menospreciada por tener menos valor que otra. Todos nos encontramos en un proceso de transformación hacia algo más grandioso que nuestro actual estado de conocimiento. A cada uno de nosotros se nos considera excepcionalmente cualificado para hacer algún tipo de contribución hacia el todo, no importando cuan duro sea el batallar con nuestras lecciones. Si esto no fuera cierto, de mano, no habríamos sido creados.
                De acuerdo a mis descubrimientos relacionados con los colores según el grado de avance, los niveles de desarrollo, las aulas de clase, los maestros y los estudiantes, podría ser fácil deducir que el ambiente en el mundo del espíritu es de jerarquía. Según la totalidad de mis pacientes esta conclusión no podría ser más errada. Acaso el mundo del espíritu sea jerárquico en lo relacionado con la conciencia mental. En la Tierra nos inclinados a pensar en la autoridad organizadora como la representación de luchas de poder, turbulentas guerra y el uso controlador de rígidos conjuntos de pautas dentro de una estructura. Ciertamente, hay estructura en el mundo del espíritu pero ésta existe dentro de una sublime matriz de compasión, armonía, ética y moralidad mucho más profunda que la que practicamos en la Tierra. Según mi experiencia, el mundo del espíritu también posee un muy eficiente departamento centralizado de personal destinado a la asignación de almas. Incluso existe un sistema de valores de abrumadora gentileza, tolerancia, paciencia y absoluto amor. Cuando me relatan tales cosas, mis pacientes rebosan en humildad por lo que ven.
                Tengo un viejo amigo de la universidad en Túcson, (Arizona), un iconoclasta, que toda su vida se ha resistido a la autoridad, (actitud con la que yo mismo me identifico). Este amigo, considera que las almas de mis pacientes han sido sometidas a un, "lavado de cerebro", para que crean que poseen control sobre sus destinos. Él cree que la autoridad de cualquier tipo, incluyendo la autoridad espiritual, no puede existir sin que, igualmente, exista corrupción y abuso de poder. Sin embargo, mi investigación revela que hay mucho orden en las alturas, lo cual no es de su agrado.
                No obstante, todos los pacientes de mis casos expresan su profunda creencia en que han tenido multitud de alternativas y elecciones en el pasado y que eso continuará en el futuro. El desarrollo por medio de la aceptación de responsabilidades personales no involucra dominio o el logro de un estatus superior sino, más bien, un reconocimiento de potencial. Ven integridad y libertad personal, por doquier, en su vida entre vidas.
                En el mundo del espíritu no se nos fuerza a reencarnar o a participar en proyectos de grupo. Si las almas desean soledad, pueden tenerla. Si no desean avanzar en sus tareas se les respeta esa decisión. Un paciente me decía; "Me he deslizado por muchas vidas fáciles, y me gustaba porque, en realidad, no quería trabajar duro. Ahora eso va a cambiar. Mi guía me dice; "estamos listos cuando tu lo estés".
                De hecho, hay tanta libertad de voluntad, que si no estamos listos para abandonar el plano astral de la Tierra, después de la muerte, nuestros guías nos permiten permanecer tanto tiempo como sea necesario para que nos preparemos a regresar al hogar.
                Tengo la esperanza de que este libro muestre que tenemos muchas alternativas, tanto en el mundo del espíritu como fuera de él. Lo que me resulta muy evidente de estas elecciones es el deseo intenso de la mayoría de las almas por probarse a sí mismas que son merecedoras de la confianza que ha sido depositada en ellas. Se espera que cometamos errores en este proceso. El esfuerzo de dirigirnos hacia una bondad mayor y un encuentro con la Fuente que nos creó es la máxima motivación de las almas. Las almas poseen sentimientos de humildad al habérseles brindado la oportunidad de encarnar en forma física,
                Me han preguntado muchas veces si las almas de mis pacientes ven la Fuente de la Creación durante sus sesiones. En la introducción dije que lo lejos que podría remontar río arriba, en dirección al Origen, dependería de las limitaciones de trabajar con personas que aún encarnan. Las almas avanzadas hablan sobre el momento de la reunión, el tiempo en que se unirán a, "Los Más Sagrados". En esta esfera de densa luz púrpura hay una Presencia que todo lo sabe. No sé qué puede significar esto, pero sé que, cuando nos presentamos ante el Consejo de los Ancianos, se siente una Presencia. Una o dos veces entre vidas, visitamos a este grupo de seres superiores, que se encuentran uno o dos pasos por delante de nuestros maestros guías. En mi primer libro, di un par de ejemplos de estas reuniones. Con este libro, entraré en más detalle sobre nuestras visitas a estos maestros, y será lo más cerca que puedo llegar al Creador. Esto se debe a que es aquí, en ese lugar del Consejo, en donde el alma experimenta una fuente de conocimiento divino aún mayor. Mis pacientes llaman a esta fuerza de energía, "la Presencia".
                El consejo no es ni tribunal, ni sala de justicia a la que almas son llevadas para juzgar o sentenciar sus yerros, aunque debo admitir que, de vez en cuando, alguien me confiesa que, ir ante el Consejo, es como ir a la oficina del director del colegio. Los miembros del consejo desean hablarnos sobre nuestros errores, y lo que podemos hacer para corregir, un comportamiento negativo, en la próxima vida.
                Este es el lugar donde comienzan las consideraciones sobre el cuerpo adecuado para nuestra próxima vida. A medida que el momento de renacer se acerca nos dirigimos a un espacio donde revisamos un cierto número de cuerpos que podrían satisfacer nuestros requerimientos y metas. Aquí tendremos la oportunidad de ver el futuro e incluso probar diferentes cuerpos antes de tomar una decisión. Las almas voluntariamente seleccionan cuerpos no perfectos y vidas difíciles para tener más posibilidades de pagar deudas del karma o trabajar en diferentes aspectos de lecciones con las personas con las que han tenido problemas en el pasado. La mayoría de las almas acepta los cuerpos disponibles en el cuarto de selección, sin embargo un alma puede rechazar lo que se le ofrece e incluso posponer su reencarnación. Un alma podría también solicitar un envío temporal a un planeta físico diferente a la Tierra. Si aceptamos la nueva tarea, a menudo se nos envía a una clase de preparación con el fin de recordarnos ciertos avisos, señales y pistas a tener en cuenta en la vida que viene, especialmente para aquellos momentos en los que un compañero espiritual primario ha de entrar en nuestras vidas.
                Finalmente, cuando llega el momento de reencarnar, damos un adiós temporal a nuestros amigos y se nos escolta al lugar en el que embarcaremos para el viaje a la Tierra. Las almas se unen con los cuerpos en el vientre de la madre en algún momento después del tercer mes de embarazo, con lo que tendrán un cerebro suficientemente desarrollado para trabajar antes del nacimiento. Como parte del estado fetal, aún son capaces de pensar como almas inmortales al tiempo que se acostumbran al sistema cerebral y al alter ego del cuerpo anfitrión. Después del nacimiento se produce un bloqueo amnésico y el alma mezcla su carácter inmortal con la mente humana temporal para generar una combinación de características que definirán una nueva personalidad.
                Empleo con mis clientes un acercamiento sistemático para alcanzar la mente del alma por medio de una serie de ejercicios en las etapas tempranas de la regresión hipnótica. Este procedimiento se diseña para agudizarles gradualmente los recuerdos de sus vidas pasadas y prepararles para analizar, de forma crítica, las imágenes que verán de la vida en el mundo del espíritu. Después de la entrevista, coloco al paciente en estado de hipnosis muy rápidamente. Mi secreto es la forma de profundizar gradualmente. Mis largos períodos de experimentación me han mostrado que mantener a un paciente en el estado normal Alfa, de hipnosis, no es lo bastante adecuado como para alcanzar el estado de superconsciencia de la mente del alma. Por esta razón, debo llevar el paciente a los más profundos rangos de las ondas Teta, del estado hipnótico.
                En términos de metodología, puedo pasar hasta una hora con prolongadas visualizaciones de bosques o playas para luego llevar a cada paciente a sus años de infancia. Formulo preguntas detalladas de cosas tales como los muebles del hogar a los doce años, su prenda favorita a los diez, el juguete favorito a los siete y sus primeros recuerdos a los dos o tres años de edad. Hago esto antes de llevar a mi cliente hacia el vientre de la madre y a la vida pasada inmediata, estados en donde se formularán más preguntas y se lograrán breves recuentos. Una vez que el cliente ha pasado a través de la escena de la muerte de esa vida y alcanzado la entrada al mundo del espíritu, el puente se completa. La hipnosis continúa profundizando tras la primera hora para mejorar la liberación del paciente de su ambiente terrenal. El paciente también ha sido condicionado para responder con detalle una intensa entrevista sobre su vida espiritual. Esto tomará otras dos horas.
                Las personas que salen del trance, después de haber retornado mentalmente al hogar (espiritual), tienen una expresión de asombro en sus rostros, mucho más profunda que si sólo se hubiese experimentado una regresión directa a una vida pasada. Por ejemplo, un paciente me dijo, "El espíritu tiene una diversidad y una calidad de fluido tan compleja que va más allá de mi habilidad de interpretación". Muchos pacientes me escriben para expresar cómo el ver su inmortalidad ha cambiado su vida. He aquí la muestra de una carta;

He ganado una indescriptible sensación de regocijo y libertad al conocer mi verdadera identidad. Lo que resulta asombroso es que este conocimiento estuvo en mi mente todo el tiempo. El ver a mis maestros sin ánimos de juzgar, me llevó a un estado de brillo y resplandor. La revelación que me vino es la de que la única cosa verdaderamente importante en esta vida material es la forma en que vivimos y como tratamos a los demás. Las circunstancias de nuestra vida no significan nada comparadas con la compasión y aceptación del prójimo. Ahora tengo el conocimiento, más que el sentimiento, del porqué estoy aquí y a donde iré tras la muerte.

Como informador y mensajero, en este libro presento mis hallazgos incluyendo sesenta y sietes casos y numerosas citas. Siempre, antes de comenzar cualquiera de mis conferencias, explico a mi audiencia que lo que he de decir es mi verdad sobre nuestra vida espiritual. Existen muchas puertas a la verdad. Mi verdad proviene de un cúmulo de gran sabiduría aportado por multitud de personas, pacientes que han enriquecido y favorecido mi vida durante el paso de los años. Si hago afirmaciones que van en contra de sus ideas preconcebidas, fe o filosofía personal, por favor, de lo que diga tome aquello a lo que mejor se acomode y descarte lo demás.

2 comentarios:

  1. Muy instructivo para mis inicios en esta temática del Destino de la Almas, que en algunos aspectos de la descripción de cada etapa de la vida, pareciera que hubieran estado inmersos en mi conciencia, como si fuera un camino ya transitado por mi ser espiritual....Luis Camiletti.

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  2. Tema con un gran interés emocional responde a las pregunta por que las personas que están muriendo ven una luz y un familiar así como la sanación del alma por ciertas circunstancia que vive

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