Capítulo 2.1. Técnicas Terapéuticas de las Almas.

Capítulo 2.1. Técnicas Terapéuticas de las Almas.

Mi primer caso es el de un alma avanzada llamada Tammano que, aún en fase estudiantil, se entrena para ser guía espiritual. Me dijo; "He encarnado y muerto, en la Tierra, durante miles de años, y sólo en los siglos más recientes he desarrollado la destreza necesaria para alterar los patrones del pensamiento negativo y con ello, poder calmar a las personas". Este caso comienza en el momento de la sesión en el que Tammano describe los momentos siguientes a su repentina muerte en una vida pasada.

Caso 1.

--; Sujeto. Mi esposa no siente mi presencia. Simplemente, no llego hasta ella en este momento.

-; Doctor Niúton. ¿Qué sucede?

--; Mucha pena. Es tan abrumador. Ális, se encuentra en tal estado de conmoción, ante mi cuerpo asesinado, que está demasiado aturdida como para sentir mi energía.

-; Tammano, ¿ha sido éste un problema recurrente después de sus vidas pasadas, o sólo sucede con Ális?

--; Justo después de la muerte, las personas que le aman se encuentran, o muy agitadas, o completamente aturdidas. En cualquier caso, sus mentes se bloquean. Mi labor es intentar lograr un equilibrio entre la mente y el cuerpo.

-; ¿Dónde está su alma, en este momento?

--; En el cielo raso de nuestra habitación.

-; ¿Qué desea que haga su esposa?

--; Que deje de llorar, y enfoque sus pensamientos. Ella no cree que yo pueda estar vivo aún, así que todos sus patrones de energía son una terrible confusión. Es tan frustrante. ¡Estoy justo a su lado, y no lo sabe!

-; ¿Va a rendirse, por el momento, y a partir hacia el mundo del espíritu, porque su esposa está bloqueada?

--; Ese sería el camino fácil para mí, pero no para ella. Ális me importa demasiado como para rendirme ahora. No, no me marcharé hasta que perciba que alguien está en este cuarto con ella. Ese es mi primer paso. A partir de ahí, podré hacer algo más.

-; ¿Cuánto tiempo ha pasado desde su muerte?

--; Un par de días. El funeral ya pasó, y ahí fue donde me detuve a intentar consolarla.

-; Supongo que su guía está esperando para llevarle al hogar.

--; (risas).  He informado a mi guía, Eaan, de que tendrá que esperarme un rato. El que sea necesario. Ella sabe de todo esto pues fue quien me lo enseñó.

Este caso manifiesta una queja que, frecuentemente, escucho de almas recién liberadas. Muchas no están tan adelantadas, o son tan decididas, como Tammano, pero, aún así, la mayoría de las almas, que están deseosas de partir hacia el mundo del espíritu, no abandonarán el plano astral de la Tierra hasta haber realizado algún tipo de acción que ayude a aquellos desconsolados que les querían. He condensado la narración de este paciente, sobre como asistió a Ális, para que ésta pudiera sobrellevar la pena, con el fin de enfocarme en los efectos del consuelo sobre los patrones de energía del alma al actuar sobre energía humana desordenada.

-; Tammano, apreciaría que me mostrara las técnicas que utiliza para ayudar a su esposa, Ális, con su pena.

--; Bien. Comenzaré diciéndole no me ha perdido. (Profundo suspiro). Empecé arrojándole una lluvia de mi energía desde la cintura hasta la cabeza.

-; Si yo fuera un espíritu, y estuviera a su lado, ¿cómo se vería eso?

--; (sonrisas).  Como una nube de algodón de azúcar.

-; ¿Qué es lo que hace esa energía que usted le esparce?

--; Le da a Ális un manto de calidez mental que le ayuda a calmarse. Debo decirle que aún no soy muy experto en este método de asistencia, pero he colocado una nube de energía protectora sobre Ális los tres últimos días, desde mi muerte, para hacerla más receptiva.

-; Ya veo. Usted ya comenzó su labor con Ális. Está bien, Tammano, ¿y qué hace ahora?

--; Comienzo a filtrar ciertos aspectos míos a través de la nube de energía que le rodea, hasta que puedo percibir el punto en el que hay un menor bloqueo. Lo encuentro en el lado izquierdo de su cabeza, detrás de su oído.

-; ¿Tiene este punto algún significado especial?

--; A Ális le encantaba que la besara en los oídos, (los recuerdos de caricias son significativos). Cuando veo la apertura, en la parte izquierda de su cabeza, convierto mi energía en una emanación sólida, y la aplico en ese lugar.

-; ¿Su esposa lo siente inmediatamente?

--; Al comienzo, Ális es consciente de la gentil caricia que le hago, pero su pena fragmenta la percepción. En ese momento, incremento la intensidad de mi emanación enviándole pensamientos de amor.

-; ¿Y eso funciona?

--; (con felicidad). Sí. Detecto nuevos patrones de energía, que ya no son oscuros. Hay cambios en sus emociones. Ha dejado de llorar. Mira a su alrededor. Me siente. Sonríe. La he alcanzado.

-; ¿Ha terminado?

--; Ella estará bien. Es hora de irme. Velaré por ella, aunque sé que logrará superar todo esto y me alegro, porque estaré bastante ocupado durante un tiempo.

-; ¿Quiere decir que no volverá a hacer contacto con Ális?

--; (ofendido). Claro que no. Permaneceré en contacto cada vez que me necesite. Es mi amor.

El alma normal es mucho menos habilidosa que el más novato de los guías. Sin embargo, la mayoría de las almas con las que trabajo presentan buenas habilidades para actuar, desde el mundo del espíritu, sobre los cuerpos físicos. Normalmente, eligen trabajar en zonas específicas, utilizando el efecto de emanación descrito por Tammano. Estas proyecciones de energía amorosa pueden ser muy fuertes, incluso en el caso de almas con poca experiencia que desean asistir a personas bajo trauma emocional y físico.

        Las prácticas orientales de yoga y meditación, incluyen el uso de los chakras, (que son centros de energía) del cuerpo, de una forma que nos recuerda a cómo las almas actúan sobre el cuerpo humano cuando usan su energía curativa. Las personas que practican el arte curativo por medio de los chakras afirman que, dado que poseemos un cuerpo etérico que existe en armonía con el físico, toda curación debe tener en consideración ambos elementos. Trabajar con los chakras incluye el desbloquear nuestra energía emocional y espiritual a través de varios puntos del cuerpo, desde la espina dorsal, corazón, garganta, frente, y todo lo demás para, así, desbloquear y dar armonía al cuerpo.