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lunes, 26 de septiembre de 2011

Capítulo 3. Espíritus de la Tierra.


Capítulo 3. Espíritus de la Tierra.

Antes de seguir, debo aclarar que tanto este capítulo, como el cuarto, están traídos, directamente, del libro original en inglés. Por alguna razón que se me escapa, la editorial norteamericana, Llewellyn  no los incorporó a la versión en español. Cuando se publicó en español el "Destino de las almas", me apresuré a pedirlo a un distribuidor internacional de libros. Según lo leía, me di cuenta de que algo no iba bien cuando, en algunos apartados del mismo, se hablaba del porcentaje de energía de las almas que éstas traían a la Tierra en sus encarnaciones. Por mucho que busqué y releí, no encontré lugar o párrafo que explicara aquello tan misterioso de la energía del alma y mucho menos, las citas que hablaban sobre cómo se reparaban las almas dañadas. Por esa razón me vi obligado a obtener el libro en inglés y descubrí, con sorpresa, que había 2 capítulos, y por tanto más de 10 casos, que no figuraban en la edición española. Estos capítulos permitían entender lo que el doctor Newton decía a lo largo del libro sobre energía y reparación de las almas. Me pareció intolerable que una editorial escatimara, en la traducción española, una información tan valiosa y esclarecedora y, por ello, traduje, de nuevo, todo el libro, incluyendo los capítulos que faltaban y que ahora les pongo a su disposición. Con la nueva traducción intenté mejorar el español de la misma ya que, a mi entender, los traductores lo hicieron en español muy deficiente, plagado de estructuras gramaticales inglesas y términos poco afortunados.
Pensé que con el tiempo, (esto que relato ocurrió en el año 2006), la editorial Llewellyn  tomaría nota y sacaría el libro completo pero comprobé, consternado, que las nuevas ediciones que sacan las editoriales autorizadas por el editor original, hablo del año 2011, siguen con la versión, digámoslo claro, censurada o deficiente. Ante este despropósito, juzgué imprescindible poner a disposición de los lectores interesados en el tema una edición personal completa y traducida lo mejor que sé. Espero que con esto se enmiende el yerro de la editorial norteamericana y se anime a sacar una edición en español que contenga el libro completo y con una traducción correcta. Gracias por vuestro tiempo, y pasemos al capítulo 3 y siguientes.

En este capítulo abordaremos los siguientes temas:
-       Planos Astrales.
-       Espíritus de la Naturaleza y,
-       el Fenómeno de los Fantasmas.
Posteriormente siguen los audios 3.1, 3.2 y 3.3


Entremos en materia.

Los Planos Astrales.

Cuando mis clientes, en estado de hipnosis, describen su ascensión al mundo del espíritu como, "un atravesar capas densas de luz translúcida", me viene a la mente la supuesta existencia de planos astrales en la Tierra. Debo confesar que no me atrae la rígida clasificación que se establece al hablar, en alguna filosofía occidental, de esos planos en forma de 7 capas sucesivas que van, desde la más baja, a la más alta. Y ello porque mis clientes no ven pruebas de la existencia de todos esos planos. Es un error muy humano etiquetar conceptos como una forma de codificar la información y yo mismo, igual que los demás, puedo decirme culpable de caer en ese error. Tal vez sería mejor, simplemente, acoger solo aquellos preceptos que tienen sentido espiritual, dejando de lado el resto, sin tener en cuenta la antigüedad de las ideas que los sostienen, o quién nos dijo que eran ciertos.

Mi objeción, insisto, a la rígida fórmula de la existencia de planos astrales específicos, que irían desde la Tierra hasta la misma cabeza de Dios, es que estos estados constituyen inhibidores innecesarios. Todas mis investigaciones con sujetos en alto estado de consciencia indican que, tras la muerte, vamos directamente, desde el plano astral que rodea a la Tierra, atravesando una entrada o puerta de acceso, al mundo del espíritu. Y esta información no depende de que mi paciente sea un alma joven o inexperta o, por el contrario, madura, altamente avanzada o sabia. Simplemente, se me describe que, tras la muerte, todas atraviesan una densa atmósfera de luz que rodea el plano astral de la Tierra. Esta luz tiene parches de gris oscuro, pero no zonas de oscuridad impenetrable. Muchos pacientes, me describen, en este punto, el efecto túnel, y todas las que parten de la Tierra, pasado este plano, rápidamente se introducen en la luz brillante del mundo del espíritu, lugar que se describe como un único espacio etéreo, sin zonas o barreras que lo limiten.
        En el mundo del espíritu todos estos llamados, espacios o lugares, disponibles o accesibles al alma reencarnada, son congruentes. Por ejemplo, el llamado Archivo Akásico que se recoge en la tradición occidental, y que contiene grabaciones de la vida de cada persona, no se aparece a mis clientes como un estadio situado en el cuarto plano causal, separado de otras áreas funcionales. En lugar de eso, mis pacientes llaman a esas grabaciones, Libros de la Vida, libros que se almacenan en bibliotecas simbólicas que se perciben como adyacentes a otros lugares espirituales.
        No obstante, sé que hay mucha información que me está vedada, o a la que no puedo acceder. Puede ser, que toda la información sobre planos cósmicos sea, básicamente, un intento de conceptualizar estados de conocimiento como algo opuesto a movimientos barrera que los impedirían. Históricamente, la demarcación de planos específicos, que incluirían los submundos, es decir, lugares creados para ciertas almas indignas, es algo que ha sido prevalente en el pensamiento humano. Trataré todo esto más adelante, en el capítulo 6.
        Cuando mis sujetos me cuentan que viajan interdimensionalmente, supongo que ello podría interpretarse como que el alma se mueve a través de planos. El término, "plano", no obstante, no se usa como niveles de mundos, confines, fronteras o divisiones, a no ser que mi paciente se refiera a la Tierra. La gente en hipnosis informa de que, dentro del plano astral que rodea a la Tierra, coexisten realidades alternativas, seres inmateriales que pueden ser vistos por algunos individuos de nuestra realidad física. Me han contado de multitud de esferas multidimensionales que se emplean como lugares del mundo espiritual aptos para divertimento y entrenamiento de las almas.
        Las fronteras, o límites espirituales, pueden ser tan pequeños como el grosor de cristal fino, o tan grandes como el espacio entre universos. Se me ha contado, que todas las zonas espaciales tienen propiedades vibracionales que permiten el paso de las almas solo cuando éstas se sintonizan con la frecuencia apropiada. Las almas más avanzadas explican que el tiempo absoluto, tal como lo conocemos, no parece existir en esas áreas. ¿Acaso el mundo físico de la Tierra tiene similares características, que no se perciben por la mayoría de nosotros? Tengo un cliente, muy juicioso, que me ha escrito lo siguiente, después de tener una sesión conmigo;

"Trabajar con usted me ha permitido darme cuenta de que nuestra realidad es como un proyector de películas que nos muestra imágenes tridimensionales del cielo, las montañas y los mares. Si un segundo proyector, con su propia característica de frecuencia de luz alternante, y secuencias espacio temporales, estuviera sincronizado con el primero, ambas realidades podrían coexistir, simultáneamente, con entidades materiales e inmateriales ocupando el mismo espacio".

Si lo que dice la gente en estado de trance, sobre este sistema es válido, los seres etéreos podrían ser capaces de coexistir en realidades diferentes dentro del mismo plano astral que rodea la Tierra o, incluso, en la Tierra misma. Las fuerzas de energía vibracional que rodean nuestro planeta, están en constante flujo, y ello me sugiere que, si la densidad de esos campos magnéticos cambia, se podrían producir variaciones cíclicas de los mismos, en términos de siglos humanos. Así, podríamos ser más o menos receptivos para poder ver espíritus sobre la tierra en un determinado tiempo histórico. Tal vez los antiguos, realmente, podrían haber visto más de lo que nosotros vemos ahora.

Espíritus de la Naturaleza.

En un programa de televisión, para todo el territorio de los Estados Unidos de Norteamérica, una mujer informó de que había visto elfos en su viñedo. Dijo que, al principio, solo los oía, y que empezó a temer por su estado de salud mental pero que, con el tiempo, pudo ser capaz de ver a unos pocos que se le hicieron visibles. Los describió como seres de una altura aproximada de dos pies, con orejas puntiagudas, vistiendo pantalones bombachos. Por supuesto, mucha de la gente de su zona la tomó por loca. Los consejos que la mujer recibió de aquellos seres, sobre qué utilizar en su suelo para incrementar la cantidad y calidad de la producción de la uva de sus viñedos tuvieron tanto éxito, que sus vecinos la tomaran más en serio. Cuando la historia se difundió, fue invitada a una prueba para estudiar sus ondas cerebrales. Se encontró que, ciertas regiones de su cerebro, eran capaces de intercambiar mucha más energía de lo normal.
        Tengo clientes que tienen esta habilidad. En este caso, se trata de un alma madura que, en profundo estado de trance, me dijo, "las hadas del folklore estuvieron aquí mucho antes del advenimiento de nuestra civilización, y nunca se han ido. La mayoría de nosotros no las ve ahora, como sí se vieron en los tiempos antiguos. Y ello porque, a causa de su antigüedad en la Tierra, han llegado a ser energéticamente muy ligeras. En comparación, nuestros cuerpos terrestres todavía tienen su energía, pesada". Le interrogué más y añadió; "Mientras una roca tiene, digamos, un nivel de 1 D; (se refería a densidad), un árbol podría ser 2 D, y nuestro cuerpo, 3 D. En estos términos, los seres de la naturaleza serían invisibles con un registro, o aspecto transparente, entre 4 D, y 6 D".
        Cuando pienso en esa mujer que vio elfos en su viñedo, me viene a la mente un paisaje. Si pudiéramos ver a la Tierra con visión de rayos X, podría parecernos cubierta por una serie de hojas topográficas de plástico claro. Estas capas de energía vibracional variarían, y denotarían realidades alternativas. Alguna gente agraciada podría ser capaz de ver, dentro de esas capas, lo que la mayoría de nosotros no puede.
        También creo que mucho de nuestro folklore viene de los recuerdos que el alma tiene de su experiencia en mundos físicos y mentales. Lo que se me cuenta de esa experiencia, mientras mis clientes permanecen en estado hipnótico, confirma, en algunos aspectos, mitos y leyendas terrestres. Estas asociaciones del alma incluyen espíritus en árboles y plantas, así como conexiones con los elementos aire, agua y fuego. El folklore, y los recuerdos de las almas, se explorarán más ampliamente en los próximos capítulos.

Fantasmas.

Muchos investigadores de lo paranormal han escrito sobre fantasmas. No me considero experto en esta materia, pero tengo algo que decir sobre almas en forma de fantasma. Frecuentemente, me preguntan en mis conferencias cómo es posible que los benevolentes guías puedan permitir que esos seres vaguen perdidos, desgraciados y solitarios. Mi contribución al estudio del fantasma será revisar lo que considero malas interpretaciones del fenómeno, explicando la realidad fantasmal, más desde la perspectiva del propio fantasma, que desde quienes los ven en la Tierra.
        Cuando me consagré, más hondamente, a la práctica de la hipnoterapia como forma de estudiar la vida entre vidas, no sospechaba que tendrían que pasar años, hasta que un paciente me confesara haber sido un fantasma durante un considerable lapso de tiempo en su última vida. Si el tiempo en estado fantasmal es corto, no considero esa condición como de fantasma. Por ejemplo, tuve una paciente que murió siendo muy joven, durante un incendio en una escuela, cuando salvaba a los niños. Esta profesora permaneció en los alrededores del pueblo durante algunos meses, sólo para observar y velar por los niños, y por otras personas que sufrían por su temprana muerte. Cuando le pregunté qué era lo que la había llevado, finalmente, a marcharse del lugar, respondió; "al final, me aburrí". He llegado a la conclusión de que sólo una pequeña fracción de las almas ha sido alguna vez fantasma durante más tiempo del que, generalmente, le ocupa a un alma recién desencarnada, asimilar su nuevo estado y abandonar el plano terrenal. No pienso que estemos siendo constantemente "asediados" por todos estos fantasmas de los que se habla en el mundo.
        El caso que sigue a continuación, demostrará que nuestros guías, ni nos compelen ni fuerzan, obligándonos a entrar en el mundo del espíritu si, poderosamente, consideramos que nuestros negocios inacabados en la Tierra nos impiden, por nuestra propia voluntad, abandonar su plano astral. Y encuentro esto especialmente cierto en aquella almas que tienen guías permisivos, o indulgentes, que respetarán esa decisión. En ese caso, lo normal es que no hagan su aparición cerca del alma, en el momento de su muerte.
        Para muchas almas, la sensación de tracción que aparece nada mas producirse la muerte es suave, y solo crece más a medida que dejan la Tierra. No hay duda de que los seres elevados saben, instantáneamente, cuándo se produce nuestra muerte pero, a pesar de ello, respetarán los deseos del fallecido. Tengamos en cuenta que el tiempo no tiene significado en el mundo del espíritu. Los desencarnados no tienen tiempo lineal, es decir, un reloj que les mida el tiempo en días, meses o años, como sí lo tienen los encarnados. Un fantasma que asedie un castillo inglés durante siglos, puede retornar al mundo espiritual sintiendo que tan solo transcurrieron unos días o, incluso, horas.
        Algunos, tienen la concepción, errónea, de que los fantasmas no saben que están muertos, o bien que no saben cómo escapar de esa situación. Se puede decir que es verdadero solo en cierto sentido. Se encuentran atrapados, sí, pero se trata más de una condición de obstrucción mental que de un impedimento material. Las almas no se encuentran perdidas en algún tipo de confinamiento de plano astral, y saben que han realizado la transición fuera de la vida de la Tierra. La confusión del fantasma yace en la ligazón, obsesiva, que puede tener hacia determinados lugares, gentes e incluso sucesos, de los cuales, o por lo cuales, no quiere marchar. Esta actitud de auto exclusión, auto desplazamiento, es voluntaria. Pero existen guías especiales, llamados, Maestros Redentores, que constantemente vigilan los signos para saber si los espíritus turbados por tal confusión están listos para partir. Tenemos el derecho a la auto determinación, incluso con la experiencia de nuestra muerte, y los guías espirituales respetarán nuestra decisión aunque sea pobre, o poco afortunada.
        Por lo que he observado, los fantasmas son espíritus menos maduros, que tienen dificultad en liberarse por sí mismos, de la contaminación terrestre. Esto es particularmente cierto si permanecen en el limbo durante prolongados períodos de tiempo, en términos de años terrestres. Las razones para permanecer en la Tierra son variadas. Tal vez la vida finalizó de una manera inesperada, lo cual causa una desviación brusca del camino vital esperado. Esas almas pueden sentir que su libre albedrío ha sido frustrado de alguna modo. Frecuentemente, existe un terrible trauma asociado a la muerte del fantasma. Acaso quieren evitar, o proteger del daño, a ciertas personas, como ocurrió en 1994, en un célebre caso en el que una mujer, que viajaba con su bebé, fallecida en un accidente de tránsito en un lugar en el que no era posible ver el automóvil siniestrado. Ella se manifestó como el fantasma de una joven desnuda, en medio de la autopista, justo en las inmediaciones del sitio del accidente. Aquello facilitó que se encontrara su cadáver, y a su hijo, todavía vivo. Fue la forma dramática que encontró la mujer para llamar la atención y poder salvar al niño.
        Encuentro, que la causa subyacente tras un espíritu turbado, es un súbito cambio en la dirección de sus planes kármicos, que percibe no solo como inesperado sino, también, como injusto. La mayor parte de casos de fantasmas parecen implicar a almas asesinadas, o agraviadas, por otras personas. El próximo caso, empezará como la típica historia de un fantasma, pero revelará cómo esta materia se resuelve constructivamente para el mismo.


El Alma Abandonada.

Belinda, vino a verme porque sufría de un aplastante sentimiento de tristeza, que era incapaz de comprender en base a su vida actual y a su experiencia. Durante la entrevista previa, supe que tenía cuarenta y siete años, y que nunca había estado casada. Se trasladó a California desde la Costa Este, tras una tormentosa ruptura, hacía veinte años, con un hombre llamado Stuart. Belinda cuidaba de Stuart, pero rompió el compromiso después de decidir cambiar su vida yendo al oeste, persiguiendo de una nueva carrera profesional. Le pidió a Stuart que la acompañase, pero él no quiso dejar su trabajo y familia. Stuart rogó a Belinda que se casara con él, y que permaneciera en la tierra que les vio crecer juntos, pero ella se negó. Posteriormente, Stuart se casaría con otra mujer.
        Unos años más tarde, Belinda dijo encontrarse con Burt, con el que tuvo una intensa y apasionada relación durante un tiempo, aunque luego éste la abandonó por otra mujer. Pensé en si sería esto, la fuente inexplicable de su tristeza, pero me dijo que no, pues, aunque se sintió herida, aquello fue algo bueno ya que no se habría casado con Burt. Belinda se dio cuenta de que, al lado de aquel hombre, tendría un amor infiel y, además, sus temperamentos no coincidían. Añadió que, por alguna razón, mucho antes de que su relación con los hombres empezase, tenía aquel extraño sentimiento de abandono y pérdida.

Caso 14.

Tengo por costumbre llevar al paciente a su más inmediata vida pasada antes de entrar en el mundo del espíritu. Esta técnica hipnótica permite un más natural tránsito a la escena de su muerte. Le pedí a Belinda que escogiera una escena crítica para abrir la conversación a cerca de su última vida. Escogió una de gran angustia mental. En esa escena, dijo ser una joven de nombre Elísabez, viviendo en una gran granja cerca de Baz, Inglaterra, durante el año 1897. Estaba de rodillas, agarrada a la chaqueta de su marido, Estánly, que la arrastraba por delante del portón del depósito de estiércol. Después de cinco años de matrimonio, Estánly la iba a dejar.

-; ¿Qué le dice Estánly en este momento?
--; (empieza a sollozar). Me dice, “Siento hacer esto, pero necesito marchar de esta granja para ver mundo”.
-; ¿Y cómo responde, Elísabez?
--; Le imploro. Le suplico que no me abandone porque, le amo tanto que trataré, con todas mis fuerzas, de hacerle feliz en este lugar. Me duelen los brazos de agarrar su abrigo y ser arrastrada hacia la entrada inferior, frente a las escaleras.
-; ¿Qué le dice su marido?
--; (todavía llorando). Estánly me dice. “No es por ti. Este lugar me enferma. No te preocupes, regresaré”.
-; ¿Crée que es sincero?
--; Sé que una parte de él me ama, de alguna manera, pero necesita escapar de esta vida. Todo lo que ha conocido desde que era un niño es tan avasallador. (Después de decir esto, el cuerpo de mi cliente empieza a convulsionarse incontrolablemente). (Después de apaciguarse un poquito, le pregunto).
-; Dígame qué sucede ahora, Elísabez.
--; Está a punto de marcharse. No puedo detenerlo más. Mis brazos no son lo suficientemente fuertes, me hiere. (La paciente se masajea los brazos y sigue contando). Caigo en el descansillo de la escalera, frente a los sirvientes. No me importa. Estánly monta en su caballo y cabalga hacia fuera de la hacienda, mientras le contemplo, impotente.
-; ¿Le volvió a ver alguna otra vez?
--; No. Solo supe que se fue a África.
-; ¿Y cómo sobrevivió usted sola?
--; Estánly me dejó la propiedad, pero no supe manejarla bien. Perdí la mayoría del personal de confianza y los trabajadores se marcharon. Con el tiempo, casi no teníamos lo necesario para comer y solo, con mucho esfuerzo, podía sobrevivir. Pero no perdí la granja. Debía esperarle por si decidía regresar conmigo.
-; Elísabez, quiero que avance al último día de su vida. Déme el año, y las circunstancias, que le llevarán a ese día.
--; Es 1919. (La paciente tiene cincuenta y dos años). Y estoy muriendo por la gripe. No ofrezco resistencia en las últimas semanas, pues me dejo llevar. Mi soledad y aflicción, la lucha por mantener mi granja en funcionamiento. Mi corazón está roto.

Ahora tomo a Elísabez y trato de llevarla, a través de la escena de su fallecimiento, hacia la luz. Pero no es posible, pues permanece apegada a la granja. Pronto descubro que esta alma joven está a punto de convertirse en un fantasma.

-; ¿Por qué se resiste a abandonar el plano astral de la Tierra?
--; No quiero irme. No puedo hacerlo todavía.
-; ¿Por qué, no?
--; Debo esperar más en la granja, por Estánly
-; Pero usted lo ha esperado durante, lo menos, veinte años, y no ha regresado.
--; Sí, lo sé, pero todavía no puedo irme fuera de aquí.
-; ¿Y qué hace ahora?
--; Rondo como un espíritu.

Hablé con Elísabez sobre su apariencia de fantasma y su comportamiento alrededor de la granja. Ella no tenía energía suficiente para captar las vibraciones de Estánly, donde quiera que estuviese, como haría un alma experimentada. Sucesivas preguntas me indicaron que Elísabez tenía la idea de que si, asustaba a la gente, cualquier potencial comprador se alejaría y, así, la granja permanecería en la familia. Ciertamente, la propiedad permaneció sin uso, sin ocupantes, pues todos en el condado sabían que estaba hechizada. Elísabez me contó que volaba alrededor del depósito de estiércol, llorando su abandono.

-; ¿Cuánto tiempo esperó por Estánly, en años Terrestres?
--;  Aproximádamente, unos cuatro años.
-; ¿Esto fue mucho tiempo para usted?
--; Eso fue nada. Unas pocas semanas, a lo sumo. Yo lloré y gemí por mi tristeza. No podía solucionarlo. Sabía que asustaba a la gente, especialmente, cuando robaba cosas.
-; ¿Por qué quería atemorizar a la gente que, en realidad, no le había causado daño?
--; Para expresar, así, mi disgusto por lo que se me había hecho.
-; Por favor, explíqueme cómo acabó todo esto.
--; Yo, llamé...
-; ¿Solicitó que la liberaran de esa triste situación?
--; (larga pausa). Bien, en realidad, no. Una especie de... Pero, él, sabía que estaba lista. Vino, y me dijo, “¿No crees que ya estuvo bien?”.
-; ¿Quién dijo eso, y qué sucedió?
--; El Redentor de Almas Perdidas me llamó, y me sacó de la Tierra con él, hablando mientras esperábamos...
-; Un momento ¿Acaso se trata de su guía espiritual?
--; (sonriendo por primera vez). No. Esperamos a mi guía. Este espíritu que me acompaña se llama Doni. Rescata almas como yo. Es su trabajo.
-; ¿Qué aspecto tiene, y qué le dice Doni?
--; (risas). Parece un pequeño gnomo, con cara arrugada y un alto sombrero derrotado. Los pelos de su bigote se cimbrean cuando me habla. Me dice que, si quiero permanecer todavía más tiempo, puedo, pero que no sería tan divertido como volver a casa y ver a Estánly allí. Es muy cómico, y me hace reír. Pero es tan noble, tan gentil y sabio. Me coge de la mano y vamos a un hermoso lugar, para seguir conversando.
-; Dígame algo más de ese lugar, y de lo que le sucede.
--; Bien. Es un lugar para almas afligidas como yo y parece una hermosa pradera llena de flores. Doni me pide que disfrute, y me infunde energía, con amor y felicidad, y purifica mi mente. Me deja jugar y me dice que vaya a cazar mariposas mientras él descansa bajo el sol.
-; Suena hermoso. ¿Cuánto tiempo dura esta situación?
--; (como aplazando mi pregunta). Tanto como quiera.
-; En el tiempo que permanece con Doni, hablan sobre Estánly y su comportamiento como fantasma.
--; (reacciona con disgusto). En modo alguno haría él algo así. El Redentor no es Tishin, (el guía de mi paciente). Esas cuestiones vendrán más tarde. Ahora es tiempo de descansar. La vieja cara de Doni está tan plena de bondad y amor. Él nunca regaña. Me da ánimos para jugar. Su trabajo es traer mi alma de regreso, para sanarme mediante su ayuda, limpiando mi mente.

Después de que la energía de Elísabez fue rejuvenecida, Doni la escoltó a presencia de Tishin y le dio un beso de despedida. Entonces, empezó el examen preliminar, normal, de orientación que existe para toda alma que regresa al mundo del espíritu. Fue instructiva esta sesión con Belinda o Elísabez. Al principo, ella supuso que su vida como esposa abandonada fue un desaprovechamiento. Ciertamente, Elísabez se lió mucho en su vida sufriendo por no aceptar el realizar cambios que reajustasen su vida. Bajo la guía de Tishin vio que, no obstante, no fue todo pérdida. Belinda es hoy una mujer independiente, y productiva, que ha superado muchas tormentas emocionales.
        Ahora estoy seguro de que la audiencia se habrá dado cuenta de que Estánly es, hoy, Stuart. Cuando relato esta parte de la historia a la gente, alguien me dice; “Bien, ella fue capaz de dar la misma medicina a ese bastardo, en vengaza por el mismo tratamiento que primero sufrió”. Este pensamiento muestra lo mal que entendemos las lecciones kármicas. Las almas de Elísabez y Estánly, voluntariamente, asumieron el papel de Belinda y Stuart, respectivamente. Stuart necesitaba sentir el dolor emocional que había forjado en Elísabez. Como Estánly, realizó un compromiso de matrimonio en una cultura y tiempo en el que las mujeres eran muy dependientes de sus maridos. A causa de que la acción de abandono fue expedita e inflexible, también fue considerablemente brutal. Esto no excusa a Elísabez, que no tomó la responsabilidad de hacer cambios en su vida para superar el abandono. Su sufrimiento y no aceptación le llevó a convertirse en fantasma.
        Mediante la asunción del papel de Estánly en su actual vida, el alma de Belinda pudo aprender qué motivó los sentimientos de Estánly de sentirse atrapado en un lugar. Belinda no era la esposa de Estánly cuando dejó la Costa Este. Por tanto, el compromiso no era el mismo que el que tenía Stuart con ella en su última vida cuando él era Estánly. A pesar de todo, en esta vida fueron amantes otra vez y Stuart sintió el abandono, por el deseo de Belinda de dejar su ciudad, amigos y familia, en busca de aventura y oportunidades profesionales en otro lugar.

A causa de que tuvo el coraje para hacer esto sola, el alma de Belinda ha adquirido, ahora, comprensión suficiente para entender la actitud que tomó, en su momento, Estánly y que aquel abandono no le dejara un deseo malevolente hacia él y que ello no le infligiera daño emocional. Estánly quería libertad, y eso fue lo que le concedió Belinda.

        Belinda había traído, de su anterior vida como Elísabez, una huella mental. Desde el punto de vista kármico, tiene una dosis residual de pena que proviene de su anterior vida, cosa que fue incapaz de comprender hasta que tuvimos nuestra sesión de hipnoterapia. Así mismo, Belinda me dijo que aún pensaba en Stuart y que, probablemente, no le olvidaría puesto que fue su primer amor. Ya que ambas son almas compañeras, pienso que, probablemente, asumirán juntos nuevos papeles en futuras vidas, equilibrando lo que aprendieron en sus dos últimas existencias terrenales.

        Para aquellos que tengan curiosidad en el porqué de que Belinda tuviera que soportar el breve, y no correspondido, amor de Burt, tengo que decir que para ella eso fue una prueba. Burt es otro compañero del mismo grupo espiritual que se prestó, como voluntario, para desencadenar los recuerdos del alma de Belinda como Elísabez, para que pudiera saber si había aprendido a soportar el dolor emocional de un corazón roto. Los actos de Burt tamién sirvieron para despertar en Belinda el conocimiento de cómo se sentiría Stuart cuando ella lo dejase. La espada del karma corta, pero lo hace por sus dos lados.

1 comentario:

  1. woouu, gracias gracias por incluir los capítulos q no están en el libro versión en español. Un gran abrazo tan agradecido al traductor y autor. Luz y amor

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